¿Qué diferencia hay entre separarme y divorciarme?

 

¿Qué diferencia hay entre separarme y divorciarme? Esta pregunta es una de las primeras que muchas personas se hacen cuando están buscando una manera de terminar su matrimonio. La respuesta es que aunque ambas situaciones implican el fin de un matrimonio, hay diferencias significativas entre ellas desde el punto de vista legal y financiero.

Cuando un matrimonio llega a su fin, los cónyuges tienen dos opciones: separarse o divorciarse. La separación implica una disolución temporal del matrimonio. Esencialmente, los dos cónyuges acuerdan vivir separados por un periodo de tiempo determinado, con el fin de evaluar si quieren proceder a un divorcio. Durante la separación, los cónyuges aún están casados legalmente, lo que significa que mantienen los mismos derechos y responsabilidades que tenían como pareja. Esto incluye responsabilidades financieras y de manutención de los hijos.

Por otro lado, el divorcio implica la disolución legal y permanente del matrimonio. Al igual que la separación, los divorciados también tienen derechos y responsabilidades, pero éstos pueden ser diferentes, particularmente en lo que se refiere a los bienes y la custodia de los hijos. Además, los divorciados pueden volver a casarse si así lo desean, mientras que los separados no pueden hacerlo hasta que se divorcien.

Ambas situaciones tienen un impacto financiero significativo. Si los cónyuges optan por separarse, todos sus activos y pasivos se dividirán de igual manera. Esto significa que cada cónyuge tendrá la mitad de los bienes, como propiedades, cuentas bancarias, etc. Si un cónyuge se divorcia, sin embargo, el tribunal tendrá que determinar una distribución de los bienes que sea justa para ambos. Esto puede significar que cada cónyuge reciba una porción diferente de los bienes, dependiendo de quién los adquirió y cuándo.

Además, el divorcio también tiene un impacto en la custodia de los hijos. Si los cónyuges deciden separarse, el tribunal puede asignarles la custodia compartida o exclusiva de los hijos. Esto significa que uno de los cónyuges tendrá la responsabilidad legal de tomar las decisiones importantes sobre los hijos. Por otro lado, si los cónyuges deciden divorciarse, el tribunal tendrá que determinar quién tendrá la custodia de los hijos, de acuerdo con lo que sea mejor para los niños.

En conclusión, si está considerando terminar su matrimonio, es importante entender las diferencias entre separarse y divorciarse. La separación implica una disolución temporal del matrimonio, mientras que el divorcio implica una disolución legal y permanente. La separación y el divorcio tienen diferentes repercusiones legales y financieras, y los cónyuges deben considerar estas diferencias antes de tomar una decisión definitiva.

 

 

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